Este caserío se encuentra asentado en las faldas del volcán conocido como Montaña de Gaida. El núcleo presenta una disposición en diseminado con casas más o menos agrupadas separadas por pequeñas parcelas, algunas de ellas cultivadas con policultivo (cebollas, ajos, papas, pimientos, etc.) que nos remiten a la práctica de una agricultura periurbana a tiempo parcial. Se trata de un núcleo con gran tradición agrícola, destacando el cultivo de la cebolla, aunque la actividad agrícola tiende a remitir en los últimos años, persistiendo sólo en la modalidad de a tiempo parcial.
Cuenta que este lugar debe su nombre al hecho de que los pobladores de los pueblos situados detrás de esta montaña, sepultados por las erupciones volcánicas de 1730-36 se asomaban a la cima de esta montaña para ver si divisaban en las costas, barcos berberiscos a cometer las temidas “razzias”.
En la primera semana de Mayo, aún con los campos olor a cebolla y tomateros, la gente se reúne en el Centro Sociocultural para celebrar sus fiestas en honor de SAN JOSÉ OBRERO, como homenaje a los trabajadores del campo. Al caer la tarde, después de la faena del campo, se celebran los campeonatos de envite y bolas, mientras se bebe un vaso de vino acompañado de una tapa de estofado. Las verbenas de amanecida, en las inmediaciones del Centro Sociocultural, asistidas por los ventorrillos de costumbre, dan la nota característica de la popularidad de estas fiestas.